Hoy asistimos a un nuevo acto en el circo de la “democracia”. El poder cambia de cara, pero no de naturaleza. Unos pintan nuestras cadenas de azul, otro de guinda, unos las cubren de espinas, otros de flores; pero las cadenas que no oprimen son, en el fondo las mismas. Se renueva un gobierno de “izquierda”. Una izquierda con presos políticos y desaparedxs una izquierda que impide las medicinas lleguen a los hospitales, que nos arrebata nuestro derecho, colabora con el narco y encubre los crímenes del ejercito.
Cuando gobernó el PRI, nos opusimos a su gobierno; lo mismo con el PAN y ahora, con Morena. No estamos contra algún partido, estamos contra todo gobierno. Ni de izquierda ni de derecha, somos anarquistas.
Estamos hartxs de nuetrxs vecinxs se peleen por llevar a un cacique u otro al poder, con la esperanza que cumpla sus promesas de regresarnos un poco de dignidad cuando lleguen al poder. Nos negamos a reducir nuestra capacidad de opinar en política a un voto cada 6 años. Vamos a construir el mundo que queremos para nostrxs mismxs, organizándonos con nuestros pares para cambiar nuestra realidad, de forma autónoma y horizontal.
Gobierne quien gobierne, somos ingobernables. Otros mundos es posible, sin caudillos que descansen sus pies sobre nuestros lomos. Somos la prueba de ese mundo, de la verdadera oposición a todo régimen opresivo. Y como prueba basta una acción…
Coordinadora Anarquista Tejiendo Libertad. 1 de octubre 2024.
Su carne sólida nunca se había alejado,
pues el amanecer lo encontraba en su lugar habitual,
pero cada noche su espíritu amaba correr
por abismos y mundos distantes del día ordinario.
Había visto Yaddith y conservado su mente,
había vuelto a salvo de la Región Ghoórica,
hasta que una noche tranquila
el espacio curvo fue atravesado por una insistente llamada de más allá de los abismos.
Despertó aquella mañana como un anciano,
y desde entonces nada ha vuelto a parecerle igual.
Los objetos a su alrededor flotan nebulosos
y sombríos, como misteriosas bagatelas fantasmales.
Su gente y sus amigos son ahora una multitud extraña a la que en vano lucha por pertenecer.
′′ No soy un borracho, pero tampoco soy un santo. Un chamán curandero no debería ser un santo. Debería experimentar y sentir todos los altibajos, la desesperación y la alegría, la magia y la realidad, el coraje y el miedo. Debería poder hundirse tan bajo como un insecto, o volar tan alto como un águila. A menos que pueda experimentar ambas cosas, no es bueno como medicinal."
′′ No puedes ser tan atascado, tan inhumano que quieras ser puro, tu alma envuelta en una bolsa de plástico, todo el tiempo. Tienes que ser Dios y el diablo, ambos."
′′ Ser un buen chamán curandero significa estar justo en medio de la agitación, no protegerte de ella. Significa experimentar la vida en todas sus fases. Significa no tener miedo de cortar y hacer el tonto de vez en cuando. Eso también es sagrado."
- Cita del Hombre Medicina Lakota John Fire Lame Deer
“Un corazón no es más que una bicicleta detrás de las costillas” escribió la cuentista Lorrie Moore.
La bicicleta, esa máquina de pedal, fue para las PRIMERAS MUJERES CICLISTAS la promesa de la LIBERTAD de movimiento y la expresión de que eran dueñas de sus cuerpos, de sus tiempos y rutas. A pedalazos se hicieron protagonistas de la CONTEMPLACIÓN y del VIAJE por el mundo.
En el siglo XIX, estas pioneras subieron a sus bicis a pesar de las MALAS MIRADAS y a pesar de los CENSORES que decían que una mujer no debía llamar la atención en la calle.
Cambiaron los corsés alambrados y los vestidos de más de seis kilos, entre enaguas e interiores, por prendas y pantalones ligeros que no oponían resistencias entre el cuerpo y el sillín. Nacieron clubes de mujeres ciclistas para rodar en grupo. Montar juntas en bici fue una nueva COMPLICIDAD.
El movimiento sufragista de finales de la década de 1840 vio en la bicicleta un símbolo de CORAJE en una sociedad que se empeñaba en relegar a las mujeres a las tareas del cuidado y que insistía en la DEPENDENCIA de los hombres hasta para transportarse.
Las mujeres ciclistas son capaces de lo extraordinario. Durante 15 meses, en 1895, Annie 'Londonderry' Cohen le dio la vuelta al mundo. Viajó de Boston a Francia, pedaleó por el Mediterráneo, llegó hasta Jerusalén y de ahí a Singapur.
Las primeras carreras de mujeres llegaron a las ciudades colombianas desde los años veinte del siglo pasado.
En el Parque Explora y el Exploratorio -taller público de experimentación- hacemos homenaje a las mujeres que encontraron AUTONOMÍA y EMANCIPACIÓN a dos ruedas. Sobre la bicicleta, quizás, han tenido lugar las mejores conversaciones consigo mismas y los duelos y hostilidades se han disuelto al estar en marcha.
Las chilmoleras eran las mujeres que cocinaban y vendían chilmoles, un guisado picante y sabroso, en las fondas callejeras llamadas Los Agachados. Estas fondas surgieron en el siglo XVIII y se extendieron por varios estados de México. El nombre de chilmolera se derivaba del náhuatl chilli chile y molli o mulli guiso mezcla o salsa.
Y aunque el oficio de chilmolera era muy digno y requería de habilidad y sazón, con el tiempo se convirtió en un insulto para referirse a personas indiscretas y entrometidas. Esto se debía a que las chilmoleras solían estar al tanto de los chismes y las noticias de la gente que acudía a sus puestos. Además, algunas chilmoleras eran consideradas como brujas o hechiceras, pues se creía que usaban sus guisos para hacer maleficios o encantamientos.
Con el paso de los años, las fondas de Los Agachados fueron desapareciendo por las normas sanitarias y el cambio de costumbres. Sin embargo, el chilmole sigue siendo un platillo tradicional de la gastronomía mexicana, que se prepara con diferentes carnes y especias. El ingrediente principal es el chile quemado, que le da el color y el sabor característico a la salsa. El chilmole se puede acompañar con arroz blanco, huevo cocido o bolitas de masa.
No cabe duda de que las chilmoleras fueron unas mujeres trabajadoras y valientes, que dejaron un legado culinario muy importante para México. Su oficio merece ser reconocido y respetado, así como su platillo estrella: el chilmole.
Texto por Nahuatlahtolli Tlahtocanecentlaliliztli
Y pos este cariño se dilató
Pero yo lo vide primero que tú,
No hay naiden en el pueblo
Que me haiga sentir lo mesmo.
Ansina va la cosa,
Ayer te truje munchas flores
De la orilla del río....
Tú me dijiste hace muncho tiempo
Que son las que te gustan
Bien harto.
Ayer cuando las recivites vide en tus ojos
El brillo de la luna..
Así como se mira en la noche,
Cuando voy de regreso al jacal,
Y naiden me acompaña...
Pero aquí mero en mi pensamiento,
Tú vas conmigo.
Ansina te quiero
Como la mañana cuando asoma el sol,
Como la llovizna que moja la tierra,
Cómo el campo que me gusta ver
Todo el día...
Como la muina que tengo
Si no te miro.
Dizque así es el cariño
Un poco rejego...
Y se dilata en llegar,
Pero tengo harta calma,
Lo vide llegar primero....
Pero tú ya lo vites en mis ojos.
—Daniel Escorza Rodríguez.