A diferencia de las viviendas en los países del ventajosamente llamado "Primer mundo", he notado que en mi país, la mayoría de las casas, no tienen sótano. Siempre me he preguntado por qué; probablemente la razón sea que ya no estamos de humor para más sepulturas, para más recovecos clandestinos que nos recuerden, ante la mínima provocación, que somos una región hundida, de caso cerrado, históricamente enterrada. No tenemos sótanos porque no queremos más obscuridad, mucho menos añoramos más humedad, miseria putrefacta y marginación; o tal vez, en última instancia, no tenemos sótanos, puesto que hemos acumulado ya varias reencarnaciones a varios metros bajo tierra, agusanados y sin mayor pulcritud que la que nos otorga nuestra conciencia lumpen. ¿Sótanos?, inconcebible construirlos, mejor dicho, cavarlos; imposible planearlos en nuestra comarca, aunque somos expertos en ello: en todo lo que concierne al subsuelo, especialistas en lo que está prohibido mirar.
No se puede escarbar más en donde las moradas son ya una tumba.
—LMQF
Ruidos como de perros ladrándole al fantasma
de la incertidumbre
un fantasma tan real
cayendo gota a gota
ruido de sirenas de policía y de ambulancias
La tragedia y sus brotes
minuto a minuto
en un mundo que se consume y se desvanece
como hilachas coyas
El destino es siempre una pared que no puede
decirse por sí sola
y los tatuajes están aquí para ser rozados por el viento
como cuentos que viajan a un lugar
perdido
en busca de su tesoro más preciado
para acallar a ese perro calidoscópico
que nunca encontrará nada
en la Nada inaudita del pensamiento
porque todo se queda allí
como estrellas amarillas explotando sin cesar
hasta que una mano mueve el papel
y dibuja vacíos
y dibuja átomos
y dibuja lo que piensa el caníbal
de la civilización
para que deje de amaestrar al triste
sobre abstracciones de peste y yertas selvas de
abatimiento
Sigue lo que es tu gusto y nada más. No le creas más que a tu gusto, tu eres la vida y la vida es la que se escoge. Lo que no te guste a ti, no lo veas, no sirve. Tu eres el único criterio, pero ve de todos los demás. Vas aprendiendo, cuando tengas una foto realmente buena, las amplias, haces una pequeña exposición o un librito, lo mandas a empastar y con eso vas estableciendo un piso, al mostrarla te ubicas de lo que son, según lo veas frente a los demás, ahí lo sientes. Hacer una exposición es dar algo, como dar de comer, es bueno para los demás que se les muestre algo hecho con trabajo y gusto. No es lucirse uno, hace bien, es sano para todos y a ti te hace bien porque te va chequeando.
Bueno, con esto tienes para comenzar. Es mucho vagabundeo, estar sentado debajo de un árbol en cualquier parte. Es un andar solo por el universo. Uno nuevamente empieza a mirar, el mundo convencional te pone un biombo, hay que salir de él durante el período de fotografía».
en cinco días,
sin la incertidumbre que acontece al mediodía tu puesta en escena.
Tentar a medianoche a tu mente con la realidad de los besos que idealizas entre las sábanas que te amparan,
sugerir no ingrata la duda de una propuesta indecente en las miradas entretejidas a tu boca en hora punta.
Reptar a oscuras con la yema de mis dedos el contorno de tu nunca,
visitando,
en tus quejidos más profundos,
aleatoriamente la infinita perfección de tus lunares.
Sumirte en el limbo del desconcierto cuando me abrazas.
Susurrarte;
a media voz,
el engranaje inequívoco de mi vórtice en cada uno de los deseos con los que me reclamas.
Te tiento,
a puerta cerrada,
a la unión de mi esencia y la activación de tus ganas en nuestro próximo encuentro.
Laura Pineño
I democracia mexicana otro cadáver encontrado en una bolsa negra cerca de ahi un cuerpo el viento un puente a dos cuadras: una cabeza hirsuta ojos abiertos entre otras noticias: treinta ejecutados el fin de semana tiro de gracia algunos con marcas de tortura el rescate fallido de un secuestro un dedo un anillo un hato de periódico entre otras noticias terminaron e iniciaron las campañas hay buena voluntad en washington la reforma migratoria este bimestre se debate en un punto la pobreza el bienestar la dicha a lo lejos el escape de un camión y después el silencio abren la bolsa negra el hedor del moho en carne una recién nacida
Puedo morir a las siete de la tarde Pero ahora estoy vivo. Puedo ser el sobreviviente solitario. De un grande cataclismo. Pero estas tu. Puedo estar sin pasar ni mirarme. Pero estas y me amas. Puedes amarme y todo nos separa. Puede que si . Puede que no.