Vivirte01
en cinco días,
sin la incertidumbre que acontece al mediodía tu puesta en escena.
Tentar a medianoche a tu mente con la realidad de los besos que idealizas entre las sábanas que te amparan,
sugerir no ingrata la duda de una propuesta indecente en las miradas entretejidas a tu boca en hora punta.
Reptar a oscuras con la yema de mis dedos el contorno de tu nunca,
visitando,
en tus quejidos más profundos,
aleatoriamente la infinita perfección de tus lunares.
Sumirte en el limbo del desconcierto cuando me abrazas.
Susurrarte;
a media voz,
el engranaje inequívoco de mi vórtice en cada uno de los deseos con los que me reclamas.
Te tiento,
a puerta cerrada,
a la unión de mi esencia y la activación de tus ganas en nuestro próximo encuentro.
Laura Pineño