Mi 2 de julio del 2024.
Antes de dormir el día sábado primero de julio del 2024, hice un pequeño itinerario de mis actividades para el otro día, más específicamente el domingo dos de julio del presente año.
El cual consistía en:
-8:30 am bañarme.
-9:00 am salir a votar.
-9:30 a 10:00 am, aprox salir de las casillas.
-10:20 am ir por un café a un oxxo.
-11:00 ir al starbuck.
-11:30 ir al vips.
-12:00 ir al cine.
Regresar a casa.
Pero como dicen: “Uno propone y Dios dispone”, salí un poco más tarde de lo previsto, ya que las casillas estaban a unas cuantas casas de donde vivo, primer error de calculo. Ya había gente, no fui de los primeros como lo había planeado. Llegue e ingenuamente pregunte: ¿Está es la fila para las votaciones? Me da mucha risa hacer este tipo de preguntas tontas.
Eran un poco más de de las 9:30 de la mañana, las personas comenzaban a llegar, vecinos, familiares y algunos rostros conocidos del barrio y aún sin abrir las puertas del domicilio donde estaban las casillas electorales.
Mientras esperaba, pensaba: ¿Qué pondré hoy en las boletas, una grosería, un dibujo, un insulto o todas esas cosas juntas?
Iniciaron los primeros chiflidos, para presionar a las y los funcionarios de casilla para que abrieran las puertas.
Yo trataba de ajustar mis actividades que un día antes había planeado con gran esmero.
Un comentario escuche a mis espaldas: “Todos son iguales, no hay ni a quien irle”, moví la cabeza en forma de aprobación, pero dije para mi: No es verdad, son diferentes es la primera vez que dos mujeres son contendientes para presidenta de México, Claudia por parte del partido político morena, Xochil por parte del pripan y otro wey que ni me acuerdo de su nombre.
Unas cuantas personas comenzaban a tocar la puerta del domicilio donde se realizarían las votaciones, acompañados del ya clásico grito: “Haber, haber a que horas”. Reviso la hora en mi celular y de paso veo si alguna otra tienda se sumo de ultima hora a las promociones de mostrar el dedo con la tinta de votación y tener descuentos.
Casi las 10 de la mañana al fijarme en el celular, inicie un ejercicio de memoria me propuse a mencionar, el nombre de mujeres en la política mexicana actual, Elba Ester Gordillo, Sofia Sanchez Mota, Lili Tellez, Rosario Robles y Maria Rojo, “chales” creo que veo muchas noticias de escandalo.
Sale una señora robusta con un vestido azul y un enorme sobrero que le tapa el rostro y grita:
-Apellidos con la letra A, hasta la letra P hacen una fila.
Muchos me incluyo, gritamos:
-Una sola fila, ni empiece con el desorden, haber ¿quién es usted?
Responde la señora molesta:
-soy funcionaría de casillas
se quita en sombrero, en la “madre es mi tía”, me volteo hago como si yo no hubiera gritado.
Inician los alegatos, sale la presidenta de casillas y un representante del INE, y por fin se llega a un acuerdo, solo una fila para las votaciones, aplaudo.
Me pregunto: ¿Una mujer para presidenta de México? ¿Se dice presidenta? Esta ultima pregunta tonta me hizo reflexionar el impacto social que puede tener este acontecimiento histórico y que al parecer es poco trascendente, para algunos.
Inicia el avance de la fila, por fin a votar se ha dicho, me siento gracioso y grito:
-”Apurence que quiero ir por mi café”
Nadie se ríe
Vuelvo a intentar con otro grito:
-”Como son tontos que se apuren”
Nadie se ríe, es mas noto que ya me ven feo, mejor me callo.
Mi tía esta en la puerta preguntado por el apellido, me dice:
-La gente bien que grita, como si fuera fácil, ya me gustaría verlos aquí
Le contesto avergonzado por gritar como loco:
-Ya ve tía como es la gente desesperada, no les haga caso.
Me tuerce la boca y me señala donde tengo que recoger mis boletas.
Veo a mí compadre, lo saludos y antes que me dijera algo le pido disculpas por gritar, y agrego:
-no te vi pinche compa, si te hubiera visto sabes que me quedo calladito.
Se ríe y me da la votaciones, y dice este wey es anti sistema.
Por fin tengo mis boletas, comienza mi ritual de cada sexenio, a poner insultos, dibujos y demás madres
tengo la boleta principal, me quedo pensado y pensando, me lo tomare enserio esta vez, y al final puse… eso sera para otra crónica.
Nota final:
“después de votar, regrese a mi casa y ya no salí”