Hakim Bey

La tecnología crece inusitadamente desde hace treinta años, sobre todo la relacionada con los procesos de información y telecomunicaciones. La explosión del uso de Internet y el multimedio digital está en pañales pero ya preludia una revolución en el pensamiento y en los modelos de vida. En el web se dice vivir en años de perro, siete por cada año humano, por la rapidez con que suceden las cosas. Este acelerado desarrollo hace volar los sueños más atrevidos de la ciencia ficción, pero muchos alertan contra esta nueva religiosidad a la que todos llaman la Era de la Información. Uno de los filósofos actuales más competentes en estos cuestionamientos es Hakim Bey, quien se dio a conocer por una serie de ensayos en varios fanzines subterráneos y que se agrupan bajo el título genérico de T.A.Z. (Temporary Autonomous Zones, Zonas Autónomas Temporales, por sus siglas en inglés). Conocido como el "padre" del terrorismo poético, Bay ha organizado un sistema de pensamiento que busca desarmar lo que considera el nuevo totalitarismo, enmascarado bajo el distintivo de "Economía de la Información", equivalente a un nuevo credo y su consecuente opresión/persecución del cuerpo material. Sobre este sistema, el filósofo opina que "siendo una vez la imagen del Cielo en la Tierra, el Estado consiste ahora en la administración de imágenes. Ya no es una 'fuerza', sino la desmembrada conducción de información. Así como la cosmología justificó la dominación babilonia, la ciencia moderna sirve a los fines del Estado Terminal, el Estado post-nuclear, el 'Estado Información'". Este ciberespiritualismo político, según Bey aboga por la implantación de un nuevo paradigma que le permita encarnar un nuevo esquema de dominación, y este paradigma lo aporta como anillo al dedo el misticismo informático. La información, al igual que el dinero, son una representación simbólica de un poder, sólo que ahora la información por sí misma se vuelve objeto de poder, pero como un factor real. El paradigma de la Economía de la Información es aplicable a los países desarrollados, cuya transformación tecnológica y económica se sustenta sobre el trabajo tradicional de millones de obreros y campesinos pobres de países como México. Hakim Bey piensa que todos los fuegos artificiales de la Era de la Información, incluido el lema "la información quiere ser libre", responden al dogma de una nueva religión. Sí, podemos usar la maravillosa tecnología de los bits y bytes para comunicarnos y aprender, pero al mismo tiempo participar en la configuración del nuevo Estado, supranacional, ante lo cual este personaje propone el terorismo poético, un renacimiento del paganismo, un taoísmo dialéctico, que conceda tanta divinidad al cuerpo como al espíritu. "La información es un caos; el conocimiento es el orden espontáneo de ese caos; la libertad es navegar en la onda de esa espontaneidad", dice Bey, y el lugar para hacerlo son las T.A.Z., que buscan tener toda la ifnormación y todos los placeres corporales en una gran y compleja confusión de dulces datos y dulces citas (sweet data and sweet dates), hechos y festejos (facts and feasts), sabiduría y riqueza. Esta es nuestra economía -y nuestra guerra." "Si te besara lo llamarían un acto de terotçrismo. Entonces llevemos a la cama nuestras pistolas, despertemos a la ciudad a medianoche como bandidos ebrios celebrando con una balacera, el mensaje del sabor del caos". "Vístete. Da un nombre falso. Sé legendario. El mejor Terrorista Poético está en contra de la ley, pero nunca es atrapado. El arte como crimen; el crimen como arte". Y nosotros estamos seguros de que el futuro está preñado de una gran confrontación de ideas. ¿Quién sabe la verdad? La respuesta es otra pregunta: ¿qué es la verdad?

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