Nosferatu (1922)
Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su
mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar
a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se
trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de
Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde
ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una
vez en el castillo, es recibido por el siniestro conde. Al día
siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que
interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato,
descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia
su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen.