Dolores Cacuango 1969 Entrevista Rolf Blomberg
Dolores Cacuango, Administradora General de la primera organización indígena nacional, (FEI), se destacó mucho en el aspecto político en el siglo XX. Toda su vida estuvo relacionada con los acontecimientos relevantes de su país.
Poco a poco comenzó a involucrarse en lo relacionado con la defensa de reivindicaciones indígenas, respaldando a las mujeres que ejecutaban trabajos a jornada completa y que no obtenían ninguna remuneración. Dolores siempre se caracterizó por ser una persona que mostraba una actitud muy enérgica y fuerte. Sabía cómo generar empatía y su manera de dirigirse ante el resto fue siempre de manera firme y directa. Contaba con una gran capacidad para entender lo que acontecía y daba una respuesta o argumento ante cualquier circunstancia. Su gran fluidez para hablar y expresar lo que quería decir la llevó a tener el don de convocar y convencer a la gente de lo que era correcto y lo que no lo era.
Desde muy temprano, caracterizó a Dolores Cacuango su rebeldía y coraje. Impidió que el mayordomo de la hacienda en la que residía consumara la violación de su hija. En muchas oportunidades evitó que sus compañeros de faena fueran maltratados. Ella se daba cuenta del sufrimiento de su pueblo condenado a ser explotado, humillado y torturado. Otra de sus virtudes era su bondad para escuchar a las personas en sus peores momentos. La gente solía visitar la casa de Dolores para hablarle de sus tristezas y problemas. Las personas le pedían su ayuda para que los respaldase en sus quejas y buscar alguna solución en el sindicato. Dolores siempre se propuso cambiar la realidad de las empleadas que trabajaban en las haciendas y hacer que la sociedad se humanice. Siempre procuró que se reconocieran a los indígenas como seres de derechos. Le emocionaba defender los derechos de los indígenas ante las autoridades