saxcortinauno
"Constantemente intentaba sablearte, cuando no estafarte, para conseguir
dinero, que enseguida se gastaba en heroína o whisky. Nunca devolvió un
centavo a nadie". Davis recuerda otra anécdota más: "Una vez le dejé en
mi apartamento para ir a la escuela y cuando volví a casa el hijoputa
había empeñado mi maleta y estaba sentado en el suelo, cabeceando,
después de haberse pinchado".